MÚSICOS CALLEJEROS
En muchos países , donde la música está en la calle desde
hace mucho tiempo , no era extraño ver a los músicos interpretando , bajo el frío o con la llegada de la
primavera .
Pero aquí en España y más a más en Oviedo , no hace mucho
que `podemos verlos a diario en nuestras calles .
Primero eran instrumentos como el acordeón , o la guitarra ,
y ahora tenemos violinistas en plena calle , deleitándonos con sus notas .
Me encanta , ir deprisa o despacio y oírlos , que me
acompañen durante un tramo su música , me parece una manera de hacer la ciudad
más acogedora , más humana .
Cuando escucho tangos , me acuerdo de mi padre en la ducha
cantando “ Garufa “ , o en un día sensible trasladarme a París , o que me
lleguen las notas de una melodía clásica que no sé reconocer pero que me llena
de paz .
Me gusta ver a los más jóvenes , solistas o en grupos ,
porque tienen una manera diferente de poner a la vista de todos sus habilidades
musicales .
Aquí no tenemos metro , pero en ciudades como Madrid , ya
hay hasta “ oposiciones “ para acceder a los ” puntos musicales “ de las
estaciones de metro , como si de un acceso al conservatorio se tratase .
Es como si la calle se hiciese más casera , más sensible .
Dicen que la música amansa a las fieras y puede que un
poquito de ella en la calle nos venga bien para no ir tan “ sin vivir “, por la
vida .
No tiene nada que ver con la música callejera pero si con la
sensación de una ciudad más cálida , y por eso traigo aquí también la sensación
tan plácida que me produce ver a la gente joven sentada en los jardines ,
parques , en las zona verdes .
Si a algo teníamos miedo los niños de mi época que jugábamos
en el Campo de San Francisco , era al “ guarda “ que uniformado y con su porra
, paseaba incansablemente por el parque y a cualquiera que osara pisar la
hierba como mínimo , le caía una bronca .
La primera vez que fui a Londres , siendo adolescente y ví a
todos disfrutando de la hierba ( prado verde ) , en Hyde Park , me quedé con la
boca abierta .
Y no pasaba nada , ningún guardia de la porra corría detrás
de ti , nadie miraba a nadie con cara de “ qué estás haciendo ? ” , y era muy
relajante ……..
Estas pequeñas cosas y otras , por supuesto , hacen de las
ciudades , lugares menos hostiles , más agradables para vivir .
Sobre las personas que piden una ayuda económica , en la
calle , no me gusta la palabra mendicidad , suena a enfermedad contagiosa , lo
dejo para otra entrada de blog , sólo decir que la solución no es retirarlos de
la calle como a las colillas , según mi modesta opinión .
Y son parte de nuestra sociedad , nos guste o no , mejor
pararnos a pensar cómo y porqué se llega a situaciones así , que quizás nos
ayude a encontrar soluciones y no quejarnos o hacer la vista gorda .
Coro junquera lantero
Publicado en Cartas Lectores de La Nueva España
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