A MUCHAS MUJERES
A veces no vale con sentirse bien con uno mismo, a pesar de
que llegar a ese resultado haya sido duro, haya costado tomar decisiones que
nos hicieron dudar, pero sentimos que así es como debe ser o por lo menos que
al contrario no estamos bien , cómodas ,a gusto .
Sin embargo , cuando no estamos solos en el mundo, cuando a
nuestro alrededor hay personas a las que queremos y nos quieren y a las que
cualquier decisión nuestra les afecta
para bien o para mal, la cosa cambia y todo se hace un poquito más cuesta
arriba.
Quizás las mujeres y en concreto las madres seamos las que
más padecemos este “síndrome “ de así no puedo seguir pero no quiero hacer
sufrir a mis hijos.
Muchas noches sin dormir, encontrarnos egoístas por
anteponer nuestra felicidad al bienestar de nuestros hijos , para llegar a la
conclusión de que un sacrificio sin convencimiento nos amarga a nosotras y nos
impide dar todo lo que de nosotras esperan nuestros hijos, cariño, amor,
comprensión, humor, sonrisas………
Es responsabilidad mía mantenerme como madre en una familia
que yo voluntariamente creé, pero no por eso puedo dejar de necesitar como
persona como mujer, sentirme bien .
Madre seré mientras viva y no puedo expresar con palabras lo
que para mí significa eso , pero también tengo una responsabilidad hacia mi
misma como persona , como mujer y si me siento indigna conmigo misma y me
parece que hasta con mis hijas por no vivir con sinceridad, considero un deber
y un derecho a prevalecer sobre el dolor que ellas puedan sentir . Es eso
egoísmo?
Quizás se podría
comparar con la confrontación de dos derechos o de dos deberes , entran en
conflicto dos posiciones de una persona en su vida, su postura como madre y su
postura como mujer.
Estoy segura que muchas mujeres “sacrificaron “ su posición de mujer por la de
madre , y mi más sincera admiración hacia ellas y sobre todo si lo consiguieron
hacer sin amargura .
Los padres somos los pilares en los que los hijos se apoyan
durante mucho tiempo, que uno de ellos se tambalee , tiene que ser duro y
difícil de entender y de asumir.
Conseguir que nos sigan viendo , a pesar de las
circunstancias, como un “todo” en el que poder apoyarse , es difícil pero
prometedor……..
Educar a nuestros hijos en la confianza de que pase lo que
pase ahí estaremos, puede ser una solución que les ayude, que nos ayude a todos
a poder confraternizar derechos , deberes, quereres, padeceres ……..
Pero cuesta no sentirse mal por romper sus esquemas y
apostar por una situación diferente . Cuesta no sentirse culpable a todas
horas, egoísta y mala madre . A veces ayuda pensar que a estas situaciones no
se llega por gusto , y que de otra manera viviríamos en la mentira de una vida
y eso tampoco es un ejemplo muy edificante para nuestros hijos .
Sois lo que más quiero en la vida , pero quiero vivir mi
vida como creo que debo hacerlo , lo comprenden nuestros hijos? Y no sólo eso ,
nos juzgan por ello , se alejan de nosotras , les decepcionamos? .
Qué diferente es en cambio , por lo general, nuestra actitud
de madres , en esa palabra se encuentra en todo su sentido más amplio , un amor incondicional ………
Coro junquera lantero
publicado en cartas lectores , de La Nueva España.
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